Vivimos rodeados de Trauma, es más frecuente y serio de lo que creemos. Los síntomas del trauma pueden impedir la vida normal de la persona, pueden ser intermitentes o permanecer ocultos durante años. El trauma genera una desconexión del cuerpo y del espíritu, entendido como lo más profundo y valioso en nosotros, que anida en nuestro organismo.